Cuando se le pide un primer comentario, Teresita Lomáscolo, gerenta de Bosque Modelo Tucumán, dice que el informe que sitúa a Yerba Buena en octavo puesto a nivel nacional en calidad ambiental constituye una excelente noticia y un empujón para continuar trabajando al respecto.
Luego agrega que entre las variables que más aportaron para lograr esa posición se encuentra -a su parecer- la existencia de un relieve pronunciado, a escasos kilómetros de centros culturales y comerciales. Esos bosques -dice- brindan protección a las cabeceras de los ríos que proveen de agua. Además menciona a los espacios verdes como otro valor.
"El informe también nos llama la atención sobre aspectos negativos. Los basurales, que arrojan un índice mucho más alto que el de las siete ciudades que nos preceden en el listado, y las villas de emergencia, que se relacionan con una importante proporción de población con necesidades básicas insatisfechas, le restan a la ciudad", apunta.
Por último, la ambientalista sostiene que el congestionamiento, la contaminación por ruido y la inundabilidad son preocupantes. En este punto, considera muy importante trabajar en el ordenamiento territorial.